viernes, diciembre 30, 2005

Continuaciòn

Weno, weno... estuve fuera muuuuuuuuuuuuucho tiempo, lo acepto y meresco que me odien, pero cuando menos sigo trabajando en esto, que no? Aqui esta la segunda parte del epilogo anterior... Creo que en el otro casi no se entendio ni la narrativa ni el miedo, pero aqui se rectifica (Al menos eso digo yo) Espero les guste ^^

Colmillos de Guerra: La Cruz Negra
Virtud: Justicia (Parte2)

Diez jovenes tuvimos la osadía de salir y buscar fortuna, aventura, o lo que estuviera a nuestro alcance. Armandonos tan solo de un par de hachas y espadas cortas optamos por salir ese dìa en la mañana, cada quien trayendo sus propios alimentos para soportar al menos dos dìas en aquella pesadilla que los idiotas llaman bosque...

No fuera por los malditos árboles, la noche no hubiera caido antes de lo previsto... ¿Ellos ya tramaban algo para nosotros? No lo sé, y realmente no quisiera saberlo nunca. Pero al paso de las horas decidimos buscar un lugar para descansar... Realmente para defendernos. Mankel habia estado escuchando algo detras de él por mucho tiempo, una especie de siséo que lo perseguia, le murmuraba palabras impropias y, finalmente hizo que perdiera la cordura obligandolo a gritar pues comentó, una vez que su enajenación se tranquilizó que algo le habia "lamido" la oreja...

Eso no pronosticaba ninguna mejora despues del encierro al que los arboles nos llevaron, asi que optamos por actuar rapidamente. Dividiendonos en dos grupos, uno que buscara alojamiento y otro madera para mantener encendida una fogata que nos mantuviera, sino calientes cuando menos con vida y alertas de cualquier cosa que pudiera pasar. Estando juntos, de esta manera al menos, no correriamos ningun riesgo fuera de nuestras posibilidades, asi que Mankel, Nicodemus, Gaska, Gathzer y yo buscamos algun sitio comfortable mientras los demás recolectaban madera... y dejamos que el tiempo corriera.

Estuvimos esperan demasiado tiempo, comentaron los demàs... Preocupados... preocupados...

Como un animal a punto de atrapar a su presa, el viento cargaba en contra de nuestro refugio improvisado... Carga tras carga de aire frio nos golpeaba. Del paradero de los otros, bueno... Ellos... Los demàs no regresaban con la madera, asi que echamos a la suerte que quemariamos para mantenernos con vida.

Posiblemente la mochila de Gathzer no hubiera servido aun màs, pues la comida que trajo consigo bien cabia en la de cualquier otro. Y el calor que emanaba realmente era satisfactorio. Nuestros huesos nos agradecian aquello, pues el frio se volvió una cuchilla fina y lentamente cortaba nuestra piel, incluso por debajo de los gruesos chalecos y abrigos que traiamos todos. Nuestros impetus nos decian que buscaramos a Brito y los suyos, pero la noche acaecia y con ella bestias por mucho peligrosas; Pero ¿Que posibilidades tendrian ellos en contra de cualquier animal, que no pudieramos tener nosotros de la misma forma, si los ibamos a buscar? Tomé mi hacha y decidí ir yo mismo a buscarlos... Pero Nicodemus me detuvo, imponiendo su gran sabiduria y temple, advirtiendome que en la mañana podriamos salir a buscarlos en caso de que ellos no encontraran el camino hasta nuestro refugio, pues si salía a esas horas corria el riesgo de perder la vida... Regresé a dormir, aunqe lo unico que logre concebir fueron pesadillas de esperpentos y perros infernales, quienes alzaban sus rostros y masticaban mis entrañas mientras a lo lejos una procesión funebre tomaba mis restos y los usaba como un disfraz...

A la mañana siguiente nos desairamos al encontrar semejante presente... La noche aun permanecia encima de nosotros ¡Acaso no habiamos dormido suficiente? Hubiera sido una posibilidad si tan solo uno o dos de nosotros nos hubieramos despertado demasiado temprano, y sin embargo los cinco veiamos claramente como la oscuridad predominaba en todo el bosque. Por donde vieramos, las sombras tenian por aposento cada rama, cada árbol, cada rincon era suyo... Empezamos a temer lo peor, pues tampoco regresaron nuestros amigos, y el fuego se empezaba a apagar, y quemar otra mochila era una salida sin embargo les preocupaba más que la flama no durara lo suficiente para decidir quien sacrificaria su objeto... En un ataque de desesperación causado por la oscuridad, o por el temor a lo que nos pasara, di mi morral con todo y alimentos prefiriendo vivir a la luz, que morir en aquella terrible noche.

Apenas el olor de la carne cocida y el queso se mezclaba con el humo de la piel, oimos un terrible grito proveniente de alguna parte del bosque... Era como si a alguien le estuvieran despedazando su cuerpo, pues aquellos gritos no eran de terror, eran de suplica por morir. Todos quedamos paralizados. No sabiamos que hacer, aunque Mankel inmediatamente reconoció aquel grito como la voz de Brito... ¿Era posible que siguieran con vida los demás tambien? Posiblemente nuestro amigo ya no, o al menos no lo suficientemente vivo. Salimos corriendo con la "antorcha" en uno de los cuchillos que alguien trajo para alumbrar nuestro camino y tratar de encontrar uno que nos guiara al lugar donde se encontrara Brito.

Creo que el deseo por saber el paradero de nuestro compañero fue demasiado fuerte, pues cuando nos dimos cuenta nos encontrabamos frente a una mansión arcaica y derruida... Un nuevo temor nos conmocionó a todos, pues nunca habiamos oido hablar de una casa en medio del bosque, pero un nuevo grito proveniente del interior nos hizo olvidar cualquier peligro adyacente. Adentro... adentro... ¡Oh dios mio! ¡Era peor que mi pesadilla! Perros infernales de dos cabezas e innumerables dientes deztrozaban las entrañas de... de... lo que alguna vez fueron nuestros compañeros, mientras que sus corazones eran bebidos, liberados de toda gota de sangre por abominaciones que bien eran burlas a los demonios que el chaman decia que existian... Pero lo peor era lo que sucedia enmedio de aquella faena mortuoria...

Una especie de "criatura" sin forma definida, y varios brazos... una masa de carne, huesos y sangre tenia en cada mano (O al menos lo que usaba como tal) las pieles de Brito y compañia... ¡Las usba como si fueran mascaras! Se ponia el rostro de nuestro amigo para tratar de aparentar humanidad, sin embargo su volumen y su grotesca forma no le permitian nada, asi que optaba por usar la piel de alguien más... Era un movimiento demasiado rapido pero que le protegia su verdadero rostro; Debimos habernos quedado petrificados, pues ninguno se movio durante el tiempo que aquellos monstruos terminaban de degustar los restos de nuestros amigos... Desafortunadamente empezabamos a tener noción de lo que pasaba cuando, siendo muy tarde, aquella masa arrojo todas las pieles y dejó que contemplaramos su rostro... Ese maldito, endemoniado rostro... Eran oscuros, eran rojos... Penetraban en tu alma y te volvian loco... No teniamos control de nuestras emociones, pues al instante caímos en espasmos de dolor y miedo, un miedo tan grande que no nos permitia gritar pero si nos enloquecia por dentro...

Antes de caer presa de cualquier destino que la vida tenia guardado para mi, ví la sombra de un hombre grande y una espada hecha con el color de la luna... Tambien a lo lejos se escuchaba el cantico de algun mago, y unas flamas atravesaron el techo, como si una marea hubiera sido invocada... Eran dos angeles nocturnos... nos salvaron... Nos salvaron...