lunes, diciembre 18, 2006

Memoria de un inicio

Bajo la mirada atenta de los aldeanos, otro joven salía en busqueda de honor y gloria...

Y como otros tantos, perdería la vida aun antes de siquiera poder encontrar la primer gran ciudad. La Guerra, la Gran Guerra estaba llegando hasta esa pequeña y alejada villa; Día tras día la gente aumentaba su preocupación por el incierto futuro que les esperaba, y con mucha razón había porqué preocuparse.

En tan solo dos meses las ciudades de Diaspola, Griez y Dagon Urth ya habian sido devastadas por las armadas de Dragones y se movian rapidamente a invadir el resto de los continentes. Mucha gente huia de sus aldeas para buscar refugio en la grandes ciudades, y otros más se aliaban con cuantos clanes podian para, quiza, defender sus tierras de la inminente destrucción que se acercaba como una serpiente al recien nacido.

Nadie sabia a ciencia cierta porque comenzaron a destruir el mismo mundo que ellos prometieran proteger de cualquier amenaza, la gente solamente podia ser mudo testigo del derroche de vidas sin sentido. Todos los clanes llamaban a las armas, y conjuraban maldiciones en contra de las cuatro castas de Dragones; Dos armadas se abrían paso a través de los territorios del continente de Tantra, destuyendo todo a su paso. Ratix Windstorm llevaba las riendas de su gente (La Casta de Viento) y de muchos soldados que pertenecian a clanes de la Luz, mientras su nemesis Alexi Roughstone comandaba la casta de Tierra y a cuantos seres de la oscuridad pudo llamar a su lado.

Los jovenes de la villa de Arkanos salian para unirse a cualquiera de esas dos armadas, llamados por el honor que les daría batallar junto a los "Honorables" Dragones. Tal era la ignorancia de los humanos.

Este ultimo joven no salió solo, pues otro guerrero se le unió... Un miembro de la raza de los Lobos que, comentó, buscaba poder y la guerra sería el momento justo para obtenerlo.

Este fue el inicio de una leyenda más. La leyenda de otro demonio más... Creación y destrucción.

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