domingo, marzo 25, 2007

Que, muy santitos?

A ver... ya he dicho mi posición acerca del aborto (Neutral, para los nacos incultos que vienen a pararse a mi blog) y que la verdad hay formas de pensar en como y porque debe de darse uno de esos... Sin embargo creo que lo principal ha sido, es y será siempre la decisión que la mujer embarazada tenga...

No un doctor, no un clerigo, no un politico (Bueno... mejor, primero el politico y luego el clerigo)

Siempre, desde siempre me ha cagado la forma en que la "santa" iglesia desea siempre meter sus manos en TODOS los asuntos que realmente no le incumben... De acuerdo, es posible que sus seguidores (larvas descerebradas y ovejas carentes de pensamiento propio) necesiten ser guiados por la divina mano humana de un sacerdote que seguramente no conoce apra anda el interior de una jujer (fisica y psicologicamente) pero conoce a la perfección el de un chavito de siete u ocho años de edad.

¿Quienes somos nosotros apra decidir sobre lo que una mujer embarazada pueda querer? Realmente no somos nadie... Podemos aconsejar, pero bendita sea Buba, ¡Que sean consejos que valgan la pena y esten libres de prejuicios filosoficamente religiosos!

Todo esto viene de una noticia que estuve leyendo en la Jornada y la verdad me siento indignado pensar que la religión siga teniendo esa influencia y poder en el gobierno y en nuestras vidas personales.

¡Y como en este mundo no podemos dejar de chingar a la sociedad...!

¡¡Bonus game!!

(Traido directamente de la revista El Chamuco)

Y solo porque los quiero, hijos de mis gastritis...

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