Por muchos años la humanidad ha ido eliminando graneds areas verdes para "modernizar" al planeta y hacerlo un siito done su gente pueda vivir felizmente... Pero en su camino a la felicidad, no se dan cuenta de la tristeza que causan a otros seres que tienen el mismo derecho a la vida.
Esta es la historia de un bosque en el que todavia hay magia...
Alas.
Entre los murmullos que poco a poco dejaban de oirse a lo lejos de las flores, un silbido era apenas perceptible en el aire. Lily se queria acercar más y más, pero los murmullos iban desapareciendo rapidamente; Por muy rapido que ella volara a través de bosque, no era capaz de alcanzar la velocidad en que una palabra viajaba.
Su cuerpecito dorado y rosado brillaba como una flecha de fuego en contraste de la oscuridad del bosque. La pequeña hada buscaba a su amado, y tan solo su voz era lo unico que podia escuchar... Era lo unico.
No habia aves platicando. No habia animales riñiendo.
No se podia escuchar ni siquiera el ruido que los espiritus de los arboles hacian mientras convivian con aquellos de las flores bajo sus pies...
"¿? ¿Que habría pasado?" Aquello le daba miedo... Nunca antes habia estado tan sola... En medio del bosque la oscuridad parecia mas aterradora sin los tipicos sonidos a los que ella estaba acostumbrada desde que habia nacido. Nunca, jamás en su vida habia sentido tanta soledad en el bosque donde su familia creció, en donde pasó su juventud y en donde conoció al amor... aquel personaje con quien deseaba pasar el resto de su eternidad.
Y fue cuando se dió cuenta que ya tampoco podia escuchar el murmullo de su amor. Ya no podia haber anda peor para ella.
Recordó el dia en que se conocieron, no muy lejos del sitio donde se encontraba ella ahora... Ella era muy joven, de hecho apenas sabia descifrar el lenguaje del bosque, pero ya estaba avida de aprender y descubrir todo a su alrededor. Deseaba entender a los pajaros y saber porque migraban cuando los arboles envejecian para volverse regenerar su mente y cuerpo, y dar nuevo abrigo a sus inquilinos animales. Estaba ansiosa por probar las delicias a las que estaban acostumbrados los espiritus del agua, quienes aunque siempre sedientos de placeres carnales, tenian momentos de esporadica castidad y era cuando compartian con otros seres magicos conocimientos y virtudes.
Ella habia estado dando vueltas entre las plantas y los hongos en la base de un árbol robusto y antiguo. Le gustaba mucho el olor del hongo... le parecia tan comodo y tranquilizante, que hasta su propio hermano a veces la llamaba champiñon por aquel gusto que tenia. Sin darse cuenta empezó a dirijirse a donde se encontraba un campo de rosas y margaritas, pues una singular canción la habia atraido de manera inconsciente; La voz era hermosa, era como el canto de las sirenas y la melodia como el conjunto de aves y pantas bajo el murmullo del viento.
Y fue cuando lo vio... De largo cabello cafe con un brillo corporal verde que lo mimetizaba con el ambiente, haciendo parecer que su canción no pertenecia solo a él, sino a todo el bosque.
Y ella lo miraba con tanta ternura y admiración que incluso esa mirada empezó a formar parte de la musica, como si fuese otro instrumento más... Asi que él le regreso la mirada, y le dijo "Hola... Me llamo Milovat." Y ella no supo que contestar... Esa seguridad en la voz del joven la paralizó, como a una niña pequeña... Y eso le gustó mucho.
Aquel recuerdo la recomforto un poco, sin embargo no era suficiente. El temor se apoderaba de ella constantemente. No sabia que hacer... Asi que solamente continuó volando hacia el lugar donde conociera a su amado Milovat.
Y lo que vió no podia ser descrito con palabras... Todos los seres del bosque estaban ahi reunidos, como si de una fiesta se tratase y la estaban esperando solamente a ella. Habian reunido muchas frutas y nueces para comer, como si se tratase de dulces y pastel, y juntaron las rosas alrededor de varios hongos como si se tratase de un ramo especial... Y saliendo detras de todos, se encontraba Milovat quien traia en sus manos una pequeña piedra rojiza del tamaño del dedo de Lily... Se hincó frente a ella y con esa misma voz segura con la que le habló por vez primera, le dijo...
"¿Te casarias conmigo, pequeña Lily?"
Dedicado para mi carnala Deneb que me pidió un cuento ed hadas...
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Es una queja común para mi, pero pues... Debo externarla como siempre para que todos, TOOOODOS mis lectores subdesarrollados y primates lo sepan. Me caga la gente, o al menos muchas personas con las que suelo tratar simplemente no me son de mucho agardo (o poco a poco van haciendo que no sean de mi agrado) Es una lastima pero asi suele ser la vida... Pero, pues... No mamen! Si a ustedes la vida los trata mal, no supone que deban de meternos en sus malos ratos... y aviso, esto no es para ti Harlock, la neta me refiero a otras personas que almentablemente no pueden mantenerse en pie cuando se les necesita.
(Eso me sono a mi, pero cuando ando pedo y me quedo jetón, jojojojo)
Bueno, ni pedo... Uno más pa la lista negra a la cual ya mucha gente suele entrar jeje.
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Ahhhhh.... no mamen, que buen pedo es la felicidad, definitivamente. Claro, todo depende de como lo quieran evr y a que nos podemos remitir como felicidad...
Digo, no es identica la felicidad de un tirano colombiano que aplasta a sus competidores de maneras poco amables y/o sanas (para variar) a comparación de la que siente un niño cuando le regalan una paleta porque le picaron la nalga en el consultorio.
Me refiero a esa felicidad feliz, amable, chinhuenhuenchona... De la que sabes que repentinamente llega, y no porque te la presenta alguien... Simplemente esta ahi esperando...
Va, que cursi es todo el pedo.
Simplemente soy feliz y ya, chingao. Y me da gsuto porque no sopy el unico que se siente asi ahora. Todo es parte del gran plan que me tiene reservado para mi mí chingona suerte.
Tomenla putos.
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