viernes, agosto 05, 2005

Epilogos, 2.

Bueno, al parecer esto ya empieza a ser del agrado de muchos (Segun yo ^^) asi que a seguir dandole... Saludos a todos, y espero que disfruten de este sgundo cuento, el cual en verdad es corto... Que les aproveche!!

Colmillos de Guerra: La Cruz Dorada.

Ley de Sol: Poderio

"Los Dioses... Si... Los Dioses nos han encomendado... Somos la cuchilla que cortara la mala hierba... Somos los reyes del amanecer... Somos los héroes que salvaran al mundo... Somos los elegidos para reinar en todo el mundo..."

¿Cuantas veces el joven habia escuchado estas frases? Los Sacerdotes y Exorcisadores del templo se la contaban siempre... Proveniente de sus antiguas enseñanzas que los primeros habitantes habian escrito cuando llegaron a las tierras de Tantra... Su hermana y su amigo tambien habian escuchado las mismas historias una y otra vez, y sin embargo no las hacian suyas...

Y siempre era lo mismo: "Controlar lo que sus ojos alcanzaban a percibir. Destruir lo que no fuera como ellos. Obtener cualquier meta sin importar el precio... o la sangre."

El joven creció con esas ideas, las hizo suyas, creía saber su significado y por eso obtuvo muchos beneficios. El gran Cronos, su Dios del Tiempo lo bendijo con magia, con fuerza y habilidad. Rakkal, el Heraldo del Viento e hijo divino de Cronos le dió belleza y fortaleza, sin embargo eso le suprimió toda humildad que tenia... Si es que alguna vez tuvo alguna humildad en su alma... Sus contemporaneos le dieron el liderazgo del clan, más sin embargo jamás le pusieron limite a su ambición. La vida le dió una hermana, más no supo cuidarla adecuadamente... El destino le dió un amigo, y jamás tuvo una idea de como mantener aquella amistad.

Apenas obtuvo el mando, ordenó la "colonización" de todo el mundo... Enviando a su hermana y a su amigo a territorios peligrosos. Pero él solo deseaba llevar a cabo las "divinas ordenes" que Cronos le daba, incluso si eso significaba la muerte de toda su raza...

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